La pasta es una de las bases de la archiconocida dieta mediterránea. Además de ser una excelente fuente de energía, la pasta contiene proteínas, minerales, vitamina B, fibras y muy poca grasa.
En esta deliciosa receta vamos a darle una vuelta de tuerca a la tradicional receta de penne rigate a la bolognesa, con la adición del toque picante del aceite de oliva aromático con chili Gradoli.
Consejos de degustación
Servir la pasta en un plato y la salsa encima, sin remover. Adornar con una hoja de albahaca fresca.
Aunque a la pasta le va todo tipo de vinos, a la bolognesa le va mejor el tinto. Cualquier Pinot Noir, Tempranillo o Merlot combinaría perfectamente con esta pasta tradicional con tintes picantes.
Ponemos agua a hervir con sal al gusto y añadimos los 500 gramos de pasta al agua en ebullición.
Mientras se cuece la pasta, hacemos la salsa de tomate casera. Se puede utilizar cualquier salsa de tomate preparada, pero siempre va a salir mejor con la casera. Para ello, comenzamos por trocear los tomates y dos de las cebollas y lo salteamos todo en la sartén, utilizando aceite de oliva virgen extra arberquina Gradoli, y con un poco de sal y pimienta negra al gusto.
Cuando los tomates estén blanditos y las cebollas pochadas, los introducimos en una jarra de batidora americana o en un vaso de batidora de pie, y lo batimos todo junto hasta que la salsa quede homogénea.
A continuación, troceamos en cubitos las dos cebollas restantes y laminamos un diente de ajo. Salteamos ajo y cebollas en una sartén grande hasta que las cebollas comiencen a verse ligeramente transparentes.
Agregamos la carne picada y la salsa de tomate casera y vamos removiéndolo todo para que la carne se vaya haciendo. Agregamos aceite de oliva aromático con chili Gradoli, orégano y pimienta negra al gusto a la mezcla.
Ingredients
Directions
Ponemos agua a hervir con sal al gusto y añadimos los 500 gramos de pasta al agua en ebullición.
Mientras se cuece la pasta, hacemos la salsa de tomate casera. Se puede utilizar cualquier salsa de tomate preparada, pero siempre va a salir mejor con la casera. Para ello, comenzamos por trocear los tomates y dos de las cebollas y lo salteamos todo en la sartén, utilizando aceite de oliva virgen extra arberquina Gradoli, y con un poco de sal y pimienta negra al gusto.
Cuando los tomates estén blanditos y las cebollas pochadas, los introducimos en una jarra de batidora americana o en un vaso de batidora de pie, y lo batimos todo junto hasta que la salsa quede homogénea.
A continuación, troceamos en cubitos las dos cebollas restantes y laminamos un diente de ajo. Salteamos ajo y cebollas en una sartén grande hasta que las cebollas comiencen a verse ligeramente transparentes.
Agregamos la carne picada y la salsa de tomate casera y vamos removiéndolo todo para que la carne se vaya haciendo. Agregamos aceite de oliva aromático con chili Gradoli, orégano y pimienta negra al gusto a la mezcla.